miércoles, julio 12, 2006

Relato sin desarrollo l


De vez en cuando nos toca comentar alguna de esas ideas vagas, con leves melodias de cafe por medio solemos refugiarnos en utopias por lo menos por un rato, instantes que para el oido del otro pueden ser desde facinantes a netamente monotonos.
Cesar tomo un anzuelo, supo donde ubicarlo, una sonrisa vespertina iluminaba su rostro mientras las opacas figuras de porcelana ornamentaban su refugio. El acompañante era el ideal, sus ganas de escuchar las ideas de Cesar aumentaban la tension entre taza y taza. Contexto magnifico para iniciar tan preciado anhelo, ambiente ideal, en frente, alguien decidido plenamente a escucharlo.
Cesar no dirigio palabra alguna, con el se fueron ellas, ideas vagas, ideas con ganas de perderse en el aire, alli quedaron, dentro.
Cesar presuroso, tomo su portafolios y abandono el lugar de inmediato, dejando atras ese contexto perfecto, esa persona decidida a escuchar, ese cafe.

4 comentarios:

la innombrable dijo...

A veces, mucho más que palabras tienen ganas de perderse en el aire...
si.
Un abrazo.

Diana L. Caffaratti dijo...

En la taza de café quedaron amontonadas las palabras y la esperanza del interlocutor por recuperarlas.

Xico Rocha dijo...

El caminar de la mente, es algo que uno disfruta solo.
Rocha

Anónimo dijo...

Simplemente, me encantó.