lunes, octubre 01, 2007

Tan dificil


¿Será tan triste compilar aquellas canciones que en algún momento dado nos hicieron tan feliz?, ¿será tan triste encontrarte alguna vez, digo, luego de varios años, con aquella persona que nos hizo tan bien en algún momento y en otro se esfumo como aquella estrella de fantasía que le encendimos a nuestro hijo para navidad?
Preguntas que en determinado momento nos hacemos en esos días grises de lluvia, más que nada un domingo tormentoso, donde el malestar se conjuga con las pocas ganas de trabajar al otro día, sabiendo que no se puede disfrutar del sol, aquello que tan poco queda para disfrutar y que se escabulle en grandes nubarrones color plomizo.
Es allí donde esas melodías escasas de alegría nacen, donde se integran a uno, desintegrándolo, donde al salir de ese lugar, vamos a otro totalmente distinto, para contrarrestar tanto malestar e imprimimos en nuestras retinas el calido alivio de recordar momentos felices que se nublan al encontrarte con aquella persona. Si, se nublan, como el cielo, como el domingo, y no sabemos que hacer, hacia donde dirigirnos. Simplemente nos consumimos como aquella estrella que encendimos notando la sonrisa de nuestro hijo como el único respiro, como una brisa que nos brinda una oportunidad vana para apagar esa llama, llama que consume nuestras esperanzas y alegrías.
Intento interpretar aquellas actitudes hostiles mediante dos ejemplos bastante ilustrativos, ejemplos que nos definen como seres que se auto flagelan, que al fin y al cabo necesitan y solicitan enseñanzas de la vida, enseñanzas que solo ella puede aportar. No solamente intento explicar mediante estos dos ejemplos actitudes propias de todos nosotros que podemos evitar y que no solamente se aplican a desamores y circunstancias propias de la vida conyugal, sino en todo momento de vacío, en el cual se necesite una ayuda que solamente estas enseñanzas puedan aportar, estas las valoro mucho y las debo compartir con toda persona que lea estos párrafos, como obligación y como parte de un acto de compartir. A uno le puede llevar años incorporarlas, a otro minutos, a otros toda una vida; en mi caso, todavía no las incorpore, por ello me siento así, por eso escribo en un día Domingo, gris, escuchando melodías que me recuerdan esos momentos, con muchísimas ganas de escapar hacia un lugar diferente.