lunes, julio 10, 2006

Aguante creativo l


Buenas noches colegas, amigos o simplemente conocidos que desean leer algo mas que el relato de un simple hecho. Realmente creo que este no es un buen lugar para expresarme, un habitaculo cada vez mas pequeño en el que solo caben las palmas de mis manos, un recinto fetido pero agradable a la vez, debido a que cuento con su presencia o eso espero. Un instante en el que la paciencia se hizo añicos, donde la intolerancia me agravio lo he sentido como propio, vivo; asi fue que en esta ocacion no tome lapiz y papel sino que opte por un medio semimasivo, semivacio, inutil en el gran porcentaje de probabilidades que generen expectativas. Con un contexto cada vez menos agradable, comento cosas de mi vida, despacito. Hoy como todos los dias, una mañanita que podria haber sido angustiosa, pero lamentablemente no lo fue -la hubiese tomado como recurso util para escribir estas estrofas-, tome mi medio de transporte habitual - que hay de nuevo en esto-, se preguntaran, nada, en realidad el ochenta y cinco por ciento de las personas lo hacen dia tras dia, pero continuemos, en ese momento, entre señoras de edad y fragancias baratas, evite el sueño, pensando en aquellas personas que admiran el paisaje al momento que viajan, los imite. Experiencia fabulosa -muchos amigos lo hacen-, pero no me convencio. De acuerdo al tiempo de viaje y a los continuos momentos de espera inevitables en horas pico, al momento que descendi note cierta curiosidad por aquellas personas amantes de la regularidad, de lo cotidiano, donde lo transgresor pasa solamente por aquel cuento llegado de alguien a la casilla de correo -gracias-, los imite. Asi fue que retorne como todas las media mañanas a la taza de cafe, al almanaque con la figura de una taza de cafe y a esos que simulaban ser como yo, imitando las mismas caracteristicas de aquellos que habia observado una vez descendido del medio de transporte habitual. Horas que no pasaban, se lamentaban yo y mi fachada, tambien esas fachadas de aquellos simuladores -que a decir verdad, lo hacian muy bien-, que dialogaban cerca mio sin querer que los escuchase, pero sin saber tambien que todo se habia convertido -para ellos- en una eterna falacia. Que afortunado finalmente me senti al pensar que lo mio era una imitacion temporaria, el querer probar lo que algun dia me descifrara ese cuento llegado a mi casilla de correo, temporario, efimero. Asi fue, a ellos les gustara un poco mas contar con ese traje escarlata y esos lugares de fama, les llego el cuento, pero amaron la simulacion, proxima al exilio del verdadero ser, lastima. Como me reconforta expresar el momento, como continuo sin mi traje, sin mi exilio, es facil, lo hacemos juntos, esa red imaginaria de vinculos, esas manos que no atan nudos, que regresan en ese mismo medio de transporte, que aman el panorama, las largas horas de viaje, los cuentos, que se encuentran junto a uno mismo aunque esten lejos, en un barco, en otra ciudad, que imitan, pero retornan lo antes posible, porque lo han demostrado, porque ese ¨yo colectivo¨ lo hace uno, y eso vale. Asi que luego del traje y los cuentos, me apareci, esta vez sin lapiz y papel, con una actitud grata como este dia, compartiendo un espacio infimo pero contructivo, amplio e infinito como ustedes. Gracias por ayudarme a crear. A todos aquellos que saben, porque lo notan en algo, aquellos valiosos, un aguante creativo! Adios.-

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