
Era esa tarde que se me ocurrio correr al balcon, sin otra oportunidad que mirar hacia el cemento ruinoso que decoraba la acera, debido a lo triste del entorno, un cielo gris brumoso, edificios rectangulares cuyo vertice se desdibujaba debido a la corrosion y algun palpito de desamor que se hacia notar en el ambiente, pase de un silencio monotono a la risa de ese niño, que casi no se ve, que paso fugaz, como suelen pasar los buenos momentos, cambiando el paisaje, renovandolo....
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